viernes, 28 de febrero de 2014

5º mes!

Uno más que sumamos al carro y otro menos que restamos de la cuenta final. Ya van 5 y se me están pasando demasiado rápido.

No tengo demasiado que contar pues lo que antes era novedad poco a poco se ha ido convirtiendo en rutina. Los días los paso trabajando, yendo al gimnasio, guardería, clases de inglés, casa de Anna y poco más.

Desde hace un par de semanas tengo un horario nuevo porque la nanny no podía seguir viniendo en el horario de siempre y a mis hosts les daba pena dejarla porque lleva con los niños desde recién nacidos. Ahora entro todos los días a las 7 de la mañana y termino a las 4:30 de la tarde, menos martes y jueves que tienen guarde. Al principio no me gustó mucho la idea pues ya no puedo dormir hasta tarde (con lo que a mí me gusta dormir!) ya que antes empezaba a las 11 am tres días a la semana. Pero ahora estoy encantada porque por fin he hecho una rutina y ahora me acuesto todos los días temprano. Además, acabar todos los días a las 4:30 es un lujo para poder disfrutar las tardes, sobre todo ahora que llegarán la primavera y el verano.
Parecen muchas horas y lo son, obviamente, pero ahora los días se me pasan mucho más rápido y los días de guardería apenas hago nada con ellos. Eso sí, el momento más feliz del día es el preciado "nap time" (siesta) la cual duermen todos los días como mínimo 2 horas.
Son unos niños muy buenos y la verdad es que no dan guerra ninguna. No sé por qué pero siempre acabo hablando de ellos, estoy en modo mami total. La verdad es que cada día los quiero más y no quiero ni pensar en el día que me vuelva a España y no los vaya a ver más. Es increíble como se puede llegar a querer tanto a unos niños en tan poco tiempo.


Bueno, cambiando un poco de tema, este fin de semana hicimos una paellita en casa de Anna aprovechando que está aquí su novio de visita. Aunque ella dice que no, estaba buenísima! Igual influye también que no solemos comer muchos manjares por estos lares y que ya no recordaba lo que era comer de plato, así que para mí estaba deliciosa.
Además hizo un día buenísimo, estuvimos como a 21º y pudimos comer en el porche. Hasta tuvimos que poner una sombrilla porque el sol nos cocía.


 
 
En la guardería sigo muy contenta, me encanta! Ya no solo porque disfruto como profe sino por todo lo que se aprende con el simple hecho de estar allí. En los recreos nos juntamos con otra clase que tiene dos profes (la de los 5 alumnos) y siempre nos ponemos a charlar y me encanta oírlas hablar de cosas de aquí, de sus rutinas, de tonterías que me llaman la atención pero que me parecen interesantes.
Además, siempre organizan cosas geniales. Ayer, por ejemplo, hicimos "Ice cream Party" después de que los niños tomaran el lunch. Y, al mismo tiempo, mis hosts kids hicieron "Pizza Party". Me encanta como trabajan aquí con ellos.
Esta es la única foto que saqué de la guarde esta semana en la que los niños están haciendo collares con sus nombres para llevárselos a casa. Me encantaría gravar todo pero obviamente no puedo así que iré sacando fotillos y vídeos de cosas que hagan.
 
 
 
Y bueno, no mucho más que contar además de que... YA SOLO QUEDAN 14 DÍAS PARA QUE VENGA RIDER!!!! Muero de ganas :)))) Y pensar que cuando compró los billetes quedaban 5 meses... si lo que yo digo, el tiempo pasa volando por eso hay que aprovecharlo!

martes, 18 de febrero de 2014

Snow Storm y Preschool

Así es, la nieve se ha dejado ver otra vez y esta vez sí que estaba aquí para verlo. Fue el miércoles de la semana pasada y, aunque solo fue ese día cubrió todo con una gran capa como si hubiese nevado una semana entera. Empezó al mediodía y en cuestión de una hora ya estaba todo blanco, nevó muchísimo.
 


Una de las cosas que más me gusta es ver nevar. Me parece una estampa de esas que solo quedarán gravadas para siempre de la manera más objetiva en la propia retina. Por muy buena que sea la foto que saques nunca se apreciará en ella lo bonito que queda todo cubierto de blanco.

Por supuesto, el resto de la semana no hubo colegio ni mis host fueron a trabajar. Se vuelven locos cada vez que hay nieve, Teah dice que es porque no están preparados porque no es habitual que nieve y esa es la razón de que suspendan clases, cierren negocios, etc. Hasta correos cierra! Por cierto, todo ello no es que cierre después de la gran nevada del siglo, no ya cierran antes de que caiga un solo copo de nieve, para prevenir.
Porque no sé si conté alguna vez que la obsesión número uno de los americanos es el tiempo. Ven en internet el pronóstico del tiempo todos los días. Siempre saben qué tiempo hará al día siguiente y si deben abrigar a los niños o no.

Aún así, se produjeron cientos de accidentes por culpa de la nieve y, al día siguiente, pudimos ver muchísimos coches abandonados en la autopista de gente que los tuvo que dejar allí e ir andando por lo imposible que se les hizo conducir con nieve.
Foto de accidentes del periódico.

Por la tarde, salimos con los niños a jugar en la nieve, era la primera vez que la veían (me encanta estar en sus primeras veces) y a Jon le fascinó. A las niñas ni un poquito, Paige no se quiso ni apoyar en el suelo y la tuve que tener en el colo y Maddie protestaba cada vez que en el guante se le posaba un copo de nieve.
Jon en la nieve.

Maddie.

Jon y yo.

A los dos días vino un día de sol y la nieve se deshizo rapidísimo aunque todavía quedan restos en los jardines de las casas. Algo que parece increíble hoy, pues estamos a 21ºC y hasta tuve que poner el aire acondicionado en el coche. El tiempo aquí no hay quien lo entienda, aunque según mis hosts, este tiempo no es habitual. Será cosa del cambio climático...

Aunque me encanta la nieve y es una de mis debilidades, reconozco que es un gran incordio para el día a día. Yo, sin ir más lejos, ese día no pude ni salir de casa porque era imposible coger el coche. Así que muy bonita para un día pero ya está, ya vi nevar en Raleigh y ya no hace falta que nieve más.

Otra cosa curiosa es que, por ley, si los colegios permanecen cerrados más de dos días por cuestiones meteorológicas, esos días serán recuperados ya sea al final de curso o en sábado; sí oís bien, sábado! Mis niños han recuperado una de las clases ayer lunes, Día del Presidente, es decir, festivo. Me encantaría ver la cara de alguno de nosotros en España si nos dicen que tenemos que recuperar un día de cole en un festivo jajaja

El jueves, como tampoco tuve College, Anna me vino a buscar y nos sacamos fotos en la nieve. Después nos llevamos el susto de nuestras vidas porque perdimos las únicas llaves de su coche y del único coche que ese día estaba en casa. Por suerte, después de mucho buscar las encontré debajo de un pino.


 
 
Y después de mi cumple llegó San Valentin. Cómo se pueden volver tan locos los americanos con cualquier fiesta o celebración? Primero fue Thanks Giving, después Navidad su plato fuerte, luego San Valentín y ahora ya tienen preparado lo de Pascua y San Patrick´s day. Y nos os podéis ni imaginar todo lo que venden sobre cada fiesta. Hay hasta lo inimaginable. Lo bueno de ello es que al día siguiente está todo rebajado hasta el 90% y te puedes comprar muchísimas cosas rebajadas para el siguiente año o, simplemente, chocolatinas y dulces que en el envoltorio pone algo significativo de la fiesta y que no pueden vender normalmente. Yo siempre aprovecho para comprar cosas para el cole como cuentos, bingos y materiales en inglés que sé que en España son muy difíciles de conseguir. (Ya veremos como me lo llevo todo, prefiero no pensarlo).
Bueno, el caso es que ese día mis hosts me regalaron un ramo de flores, porque para ellos no es el día solo del amor en pareja sino de la amistad y el cariño. Yo hice con mis niños unas postales para ellos que les gustaron mucho.
 
Los niños celebraron en la guarde la fiesta de San Valentín ayer (porque el propio día fue el de las nevadas) y tenían que ir con algo rosa vestido y llevar un snack de ese color también. Además, llevaban tarjetas de San Valentín para cada niño de clase y llegaron a casa con muchas que otros niños llevaron para ellos. La profe de la guarde me contó que en el colegio se pone cada niño un buzón de papel (modepelitotal) y los compañeros van metiendo a lo largo del día sus postales.
Un súper días antes de San Valentín.

El ramo que me regalaron mis hosts.
Cards que hice con mis niños para mis hosts.
Otra de las novedades es que hace un par de semanas empecé a trabajar como voluntaria en el Preschool de mis niños. Aprovechando que ellos van martes y jueves de 9:30 a 13:30 y que los llevo yo en coche, he decidido vivir esta experiencia que por ahora está siendo maravillosa. Al principio me daba un poco de pereza, pues son mis únicas horas libres, pero desde el primer día estoy muy contenta de haberlo hecho. Además me servirá para ampliar mi curriculum, aprender muchísimo y oye, nunca se sabe, igual salta la liebre y me ofrecen trabajo (ilusa de mí). Además, estoy poniendo en práctica todo lo que aprendí en el máster que hice sobre bilingüismo.
 
El primer día no hablé mucho con la profe pues las dos estábamos un poco cortadas pero ahora hablamos un montón y me pregunta muchas cosas sobre España.
Estoy con Mss. Amy en la clase de 4 años y tenemos 10 niños. Solo son 4 horas, pues ya he explicado como funcionan y los precios que tienen aquí las guarderías y los niños suelen ir 2 días a la semana esas cuatro horas, aunque los hay que también van todos los días. Ésta es la guardería de la iglesia a la que suelen ir mis hosts y es un poco más barata que el resto.
Por ahora los niños aún me están conociendo y, normalmente, se dirigen a su profe antes que a mí o me ignoran un poco si yo les pregunto. Pero poco a poco, la cosa va mejorando y algunos ya vienen directamente a mí. Ayudo mucho a la profe con tareas que me manda y yo encantada de la vida.
Los que me conocéis y sabéis que adoro ser profe por encima de todas las cosas, os podéis imaginar lo feliz que soy allí. Observo y analizo todo y lo comparo mentalmente con España. Me encanta oír a los niños y escuchar sus expresiones en inglés y me encanta que me llamen Mss. Bea. Aunque hay mucha diferencia en cuanto a la educación, me gusta ver que los niños siguen siendo niños tanto en España como en China y por ello siempre sorprenden con su espontaneidad. No sé por qué, estos me causan más gracia y creo que es porque cuando estoy en la clase me parece que estoy en una de las tropecientas pelis infantiles americanas que he visto en mi vida.
 
Lo que más llamó mi atención el primer día fue el Juramento a la bandera o Juramento de Lealtad. Todas las mañanas hacen la asamblea donde cantan canciones, hay un protagonista que pone el día de la semana, el tiempo, etc. y cuál es mi sorpresa cuando la profe le da a ese niño una bandera de USA y veo que todos se levantan, se ponen la mano en el pecho y empiezan a recitar muy serios el Juramento. Eso sí que fue algo de película.
Al llegar a casa busqué en Google y, al parecer, se hace cada mañana en todos los colegios de América, sobre todo en los públicos y algunos estados juran, además, su propia bandera estatal. Lo que dicen es esto:
"I pledge allegiance to the flag of the United States of America, and to the republic for which it stands, one nation under God, indivisible, with liberty and justice for all."
"Prometo lealtad a la bandera de los Estados Unidos de América y a la república que representa, una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos".

En cuanto a las clases, trabajan por proyectos y no tienen libros (como debería ser en España ejem!). La semana pasada, por ejemplo, hicimos un cuento de fotocopias sobre el iceberg en el que los niños aprendían las preposiciones gracias a un oso polar que se iba situando encima, debajo, detrás de... Cosas que para mí son muy interesantes y de las que voy a aprender y a coger muchísimas ideas. Luego también tienen clase de música, francés, recreo y a las 12:30 comen el lunch. Por cierto, el primer día le pregunté a la profe si tenían clases de español y me dijo que no que habían estado buscando profesora de español pero no la habían encontrado y riéndose me dijo "igual puedes dárselas tú". Así que por eso digo que nunca se sabe... Sería mi sueño trabajar aquí como profe!

Lo que noté diferente es que los niños tienen mucha libertad y les dejan un poco hacer lo que quieren. Si un niño no quiere hacer esa tarea en ese momento la profe con palabras de cariño le dice que no se preocupe y que descanse, que un niño quiere volver para clase porque tiene frío en el recreo pues todos nos volvemos (verídico), que uno quiere sentarse en el suelo porque le da la gana pues lo hace. Muchísimas cosas que parecen tonterías diciéndolas así pero yo, que sé como se trabaja en un cole en España, las veo sorprendentes. Cosa que no me llamó la atención pues ya sé como va la educación de los niños en este país.

Otra cosa incomparable con nosotros es el número de profesores por alumnos. La otra clase de 4 años tiene 5 alumnos, 5!! y son dos profesoras porque dicen que es una clase muy activa. Imaginaros sus caras cuando les conté que en España tenemos 25 niños por clase para una sola maestra. Me lo preguntaron un par de veces como en plan, te debimos entender mal. No daban crédito. Aquí suelen tener la maestra una ayudante y a veces hasta dos.

Ya iré contando más cosillas sobre el Preschool y sacaré fotos, sobre todo para profes que me habéis escrito que como yo, nos encanta nuestro trabajo y nuestro único pensamiento, a veces, es coger ideas, materiales, decorados, etc. para nuestras clases como si nuestra vida dependiera de ello.

Ésta es una foto de la parte de la clase, donde hacemos la asamblea:

 


 

viernes, 14 de febrero de 2014

Happy Birthday to me!

Como dije en la anterior entrada el sábado fue mi cumple y aunque no prometía mucho por mi falta de ánimos para celebrarlo, pues no me gusta mucho cumplir años (síndrome de Peter Pan) y menos a tropecientos mil kilómetros de mi gente, al finalmente no estuvo mal.

Empecé celebrándolo con mi host family que me llevó a comer a un restaurante típico americano, of course. Ni más ni menos que a las 11 de la mañana arrancamos de casa, menos mal que no había desayunado porque sigo sin acostumbrarme a estos horarios.
El restaurante se llama "The Pit Authentic Barbecue" y al parecer es muy conocido porque tiene las mejores carnes de la ciudad. Yo me pedí chicken barbecue que estaba buenísimo a pesar de que no era como yo me esperaba, pues barbecue pensé que se refería a la brasa y no embadurnarlo de salsa barbacoa pero la verdad, no sé de que me sorprendo a estas alturas.
Comimos en media hora, me sigue llamando la atención la poco cultura del comer de este país. Para ellos comer es una simple necesidad, comen porque es la hora y hay que hacerlo y es algo a lo que no estoy para nada acostumbrada. Para más inri no pedimos postre porque había muchísima gente esperando mesa y, claro, con lo considerados y educados que son los americanos no podían demorarse más en su turno de mesa. Así que me quedé sin postre, lo cierto es que tampoco podía con él pues mi plato era inmensamente grade y estaba llenísima pero me quedé sin que los camareros me cantaran cumpleaños feliz, modo peli total.
Además de llevarme a comer fuera, mis hosts me regalaron un collar igual de feo que los pendientes con los que va a juego los cuales me habían regalado en Navidad. Pero bueno... el detalle es lo que cuenta.
 

Después, nos volvimos a casa porque era la hora de la siesta de los niños e hice Skype con mi familia. Estaban también mi hermano y mi sobri, (Nati estaba trabajando) así que pude hablar con ellos también. Cada día me sorprendo más de lo rápido que crece mi sobrino. En solo 5 meses no es ni parecido a cuando lo dejé y esa es la pena más grande que tengo de estar aquí. Pero bueno, gracias a las nuevas tecnologías puedo seguir bastante bien su día a día y verlo crecer.

Después de un par de horas hablando con ellos, me fui a casa de Anna, mi segundo hogar. Paso más horas allí que en mi casa.
La muy cuqui me regaló maquillaje y una barra de labios de MAC. Llevaba tiempo queriéndomelo comprar así que acertó completamente. Además fue buenísimo porque lo compró por internet y no había llegado aún y cuando estábamos allí oímos al cartero, bajó y allí estaba el paquete justo el día de mi cumple.
 
Luego llegó Viki, Anna le fue a abrir y cuando subieron SORPRESA! Aparecieron con una tarta con velas y un globo. Con lo que me gustan a mí estas cosas os podéis imaginar la ilusión que me hizo.
 
 
Y por la noche salimos a celebrarlo también. Habíamos quedado para cenar con Paola, Cami y Laura, las chicas colombianas pero al final no pudieron venir a cenar y aparecieron para el postre. Fuimos a cenar a un japonés que me encantó. Era el típico restaurante de estos que te cocinan en la plancha delante tuyo y hacen un poco de espectáculo. Al acabar de cenar esta vez sí me cantaron cumpleaños feliz los camareros pero no en inglés sino en japonés! Me encantó la experiencia fue muy divertido y estaba todo riquísimo aunque de nuevo las cantidades eran industriales


 
Después nos fuimos de fiesta por Raleigh ya que nunca habíamos salido aún en el downtown y la verdad es que hay muchísimo ambiente y sitios geniales a donde ir. Es muy diferente a Chapel Hill porque allí es más de universitarios pero igualmente me gustó mucho.
Quedamos con Torre y sus amigos, uno de los americanos que habíamos conocido en aquella fiesta en un apartamento en la que estuvimos hace unas semanas.

 
 
Luego Viki y yo fuimos a dormir a casa de Anna y al día siguiente, y para poner broche de oro a mi cumpleaños, nos dimos un bañito relajante en el jacuzzi climatizado de casa de Anna. Sin duda, el mejor plan de domingo que podíamos tener. Después de hora y media salimos tan relajadas que a mí me costaba abrir los ojos. Como nos va a cundir esta piscina en veranito!
 
El lunes, como no habíamos pedido postre en el restaurante, mi host trajo cupcakes para las dos (Charlie estaba de viaje). No sé si he contado que ahora los lunes son "el día en familia" ese día cenamos juntos, vemos pelis, etc. Así que aprovechando que era el día en familia cenamos las dos y luego me puso una vela para que soplara en mi cupcake. Estaba riquísima!
 
 
Y, por supuesto, también recibí sorpresitas desde España: mis niñas me mandaron regalos, postales de mi familia, también de Laura, un vídeo precioso que me mandó María, también otro de los niños desde San Isidro y, por supuesto, uno de los regalos más especiales que me podían regalar el de Rider: entradas para ir a Disney en California!


Así que no sé si ha sido un cumpleaños mejor o peor que los anteriores que he tenido, lo que sí sé es que ha sido, sobre todo, diferente. Gracias a todos los que habéis hecho que este día haya sido un poquito más especial que cualquier otro.

viernes, 7 de febrero de 2014

4º mes y "vacaciones"en Arizona

La semana pasada cumplí 4 meses desde que llegué a USA y, ahora sí, ya lo puedo hacer más con los pies sobre la tierra. Me refiero a que, hasta ahora, todavía estaba en mi burbuja de sueño americano.
En los primeros 3 meses todo es nuevo, todo lo observas y en todo te sientes como si estuvieras en una película. Pasado este tiempo de adaptación, ya veo todo más común y normal. Hasta ahora me quedaba sorprendida por cualquier tontería que se me pareciera a algo que hubiera visto antes en la tele y se me ponía una sonrisa en la cara cuando veía cualquier americanada. No voy a decir que ahora no me sienta sorprendida muchas veces por cosas que veo a mi alrededor, pero ni la mitad que al principio.
Después de cuatro meses, a veces siento que llevo aquí viviendo toda la vida: ya no recuerdo pensar en euros sino en dólares, ahora mismo me costaría coger un coche de marchas y no el cómodo y aburrido automático de aquí, pienso en millas y no en kilómetros, no recuerdo ir paseando por ningún lado pues la vida aquí se hace en coche y ya no sé lo que es llevar cash en la cartera porque aquí se paga hasta 0.20$ con tarjeta de crédito. Esto entre una infinidad de cosas que hacen que cada día me sienta más integrada en la cultura americana.
Por otro lado, hay veces que parece que llevo dos días porque siempre hay algo que me sorprende día a día, es una pequeña contradicción que no sé muy bien como explicar.

Además, después de estos cuatro meses creo que debo sentirme afortunada, pues viendo las familias y cosas que le pasan a muchas de mis compañeras au pairs, puedo darme con un canto en los dientes de la familia y situación que me ha tocado.
No sé si he contado otras veces, que en el training de NY hicimos una pequeña pandilla de españoles con los que sigo manteniendo contacto a diario gracias al bendito Whats app, a pesar de que cada uno estamos en una parte del país. Pues bien, en ese grupo empezamos siendo 10 de los cuales 4 ya se han vuelto a España porque quedaron hasta el gorro de la cultura americana, otras dos han hecho rematch y el resto que son 3 tiene días mejores y días peores. Por lo cual, sí que debo estar agradecida de que me tocara esta familia, que dentro de sus particularidades como es lógico pues son de una cultura y educación completamente diferente a la nuestra, me tratan y nos llevamos bastante bien. Por supuesto, nunca los sentiré como parte de mi familia, para empezar porque me parece que es muy difícil interactuar completamente cuando se hablan lenguas diferentes, aunque lo hables perfetamente (que no es mi caso), me parece que no siempre llegas a comunicar como tu quieres lo que realmente querrías expresar y de la misma manera que lo harías con tu lengua materna. No siempre me siento cómoda con ellos pero me conformo con que tengamos una buena convivencia y una buena relación como hasta ahora.
Los niños, qué puedo decir de ellos además de que lo adoro? Cada día les tengo más cariño. Me encanta ver su evolución, verlos crecer y madurar. Cuando llegué eran bebés y ahora ya son niños. Están empezando a hablar un montón y a formar su carácter (cosa que a veces me da un poco de miedo) y cada día me sorprenden con una cosa nueva.
A veces es un poco duro, no voy a decir que no pues pasan más horas conmigo que con sus propios padres y a veces tantas horas con ellos en casa se hacen interminables pero lo compensa todo cuando se depiertan preguntando por mí o corren a darme un abrazo cuando llevan todo el día sin verme.
Esta semana mis hosts me dijeron que estaban muy contentos conmigo, que los niños me adoran y que admiran la paciencia que tengo con ellos. Yo a veces también me sorprendo, la verdad, pero cada día me gusta más estar con ellos y ser su "mami". Me encanta vestirlos, cambiarles los pañales, preprarles el lunch para la guarde, jugar con ellos, hacerles la cena, etc etc etc...
Maddie.
Jon y Paige.

Y bueno respecto a la otra parte del título... La semana pasada llegué de nuestras"vacaciones en familia" en Arizona. Lo pongo entre comillas porque no fueron para nada unas vacaciones, al menos para mí. Si hubiera hecho esta entrada desde allí hubiera sido muy diferente y solo hubiera tenido frases de enfado pero, la verdad, que los últimos días no fueron tan malos.
Básicamente yo hice lo mismo que aquí pero con la diferencia de que al acabar el día seguía con ellos sin desconetar y sin poder hacer lo que a mí me apeteciera, principalmente porque no tenía coche allí.
Los días se me pasaron un poco lentos, los 5 primeros estuvimos sin Charlie que tuvo que trabajar y llegó el viernes y a partir de ahí ya me dejaron un poco más de tiempo para mi.

Un día visitamos el Cañón Sabino, un sitio precioso aunque tampoco espectacular, me lo imaginaba diferente pero tampoco estuvo mal. Allí cogimos un trenecillo que nos subió hasta el punto más alto del Cañón y luego bajamos un poquito andando. Aunque claro, imaginaros el show con los tres niños, el carrito gemelar, sus bolsas.... Un lío! Lo mismo que para viajar con ellos en avión, añadiéndole a todo esto, que Jon vomitó en el avión modo manguera por encima de Paige y de Teah. Un auténtico espectáculo volar con ellos 8 horas con escala incluida.
Sabino Canyon. Tucson.


Otro día fuimos al zoo con los niños y tampoco estuvo mal.

Luego pasábamos los días yendo al parque con los niños, de paseo, centros comerciales, etc.

Y el domingo, mientas ellos iban al Desert Museum, yo me fui de visita a un estudio de gravación de películas del Oeste, donde se gravaron algunas muy famosas como las del mítico John Wayne. Sin duda, solo por lo mucho que me gustó este sitio, ya mereció la pena el viaje.
A pesar de ir sola, me lo pasé genial y disfruté un montón de los espectáculos.






Otro día hicimos una barbacoa y vinieron también la hermana de Charlie y su marido. Mi primera original american barbecue, que por cierto, tienen mucho que aprender estos americanos de nuestras barbacoas porque la verdad que las de ellos no tienen ni idea ni mérito ninguno. Barbacoas de gas donde lo único que hacen es meter todo dentro y de vez en cuando darle la vuelta. Ni idea! Además también tienen que aprender de nuestras megacomidas, me llamó mucho la atención la poca cantidad de comida que hicieron para tantos que éramos, en general, siempre comen muy poco pero una vez más me di cuenta de la cultura gastronómica de la que disfrutamos en España, o al menos en Galicia, ya que vivimos para comer en vez de comer para vivir.

Y bueno, a pesar de que en Arizona tuve días malos, me alegré de haber ido porque es un sitio al que nunca hubiera viajado por mí misma y que me ha gustado conocer. No puedo decir que sea un sitio precioso; ni que sea mejor ni peor que ningún otro sitio en el que haya estado, simplemente es muy diferente. Es todo muy hárido y desértico, con poco verde y lleno de cáctus por todos lados, nunca había visto tantos cáctus en mi vida.

La casa de los abuelos me la imaginaba bonita pero cuando la vi por primera vez me pareció impresionante. Una casa enorme con muchísimas estancias y una decoración apropiadísima para el lugar. Además, está situada a pie de montaña y por las mañanas me encantaba obsevar las maravillosas vistas desde la cristalera de la cocina. Y las puestas de sol eran impresionantes porque desde la casa se veía toda la ciudad. El único fallo fue que la piscina estaba vacía, que bajón, con la obsesión que tengo con las piscinas y el calorazo que hacía.
La casa a pie de montaña.

Vistas desde la cocina.

Parte trasera de la casa.
Vistas desde la puerta principal.
Puesta de sol.

 

Y mientras yo me cocía de calor a 26ºC cada día, en Raleigh estaba nevando. Me he pasado todo el invierno deseando que nevara (mi segundo trauma la nieve!) y justo cuando me voy una semana de vacaciones se pone a nevar y ni más ni menos que dos veces en la misma semana. La primera fue leve pero la segunda se mantuvo dos días y pude disfrutar de la nieve, al menos, cuando llegué el miércoles de Arizona. Por cierto, el día de llegada era el martes pero por cuestiones meteorológicas cancelaron el vuelo y tuvimos que volar al día siguiente.
Anna me iba mandando fotos del proceso. Cuantísimo la eché de menos esos 10 días! Cada día me alegró más de haberla encontrado en esta aventura porque solo por ella ya merece la pena haberla vivido.


Mañana mi cumple... 27! :) :(