sábado, 20 de septiembre de 2014

Vacaciones de septiembre

Hace un par de semanas disfruté de mis vacaciones extras de septiembre, pues como había contado mis hosts se fueron a New Hampshire a casa de los abuelos y me dieron la opción de no ir con ellos pagándome igualmente la semana. Ellos se fueron el 30 de agosto y después de llevarlos al aeropuerto y sentir incluso un poco de nostalgia al decirle adiós a mis niños... empezaron mis 11 días de vacaciones otra vez!!

Y cuál fue mi destino?? :))))) mayormente FLORIDA con Anna!!!! Primero hice una paradita en Philadelphia pero empecemos por el principio que me encanta liarme...

Resulta que desde hace mucho tiempo me apetecía visitar Philadelphia porque es la única ciudad "importante" de la Costa Este que me quedaba por visitar pues ya he estado en Florida, estaré en Georgia para la semana, también estuve en Carolina del Sur, Virginia, Washington DC, NY, Boston y Chicago... y quería hacerlo antes de mi extensión por si saltaba la liebre y me iba para la Costa Oeste (que finalmente saltó!) que es en la otra punta del país y luego no lo podría hacer. Así que decidí aventurarme y hacer mi primer viaje sola lo cual también tenía ganas de hacer, al menos, una vez aquí.

Pues el sábado dormí sola en Raleigh y qué gustazo toda la casa para mí sin escuchar absolutamente ni un ruido, hasta me sentía un poco sola porque esta casa es enorme pero la verdad me gustó tenerla un día enterita para mí. El domingo me vino a buscar un taxi a las 8:30 am y me fui al aeropuerto para comenzar mis vacas. El vuelo salió con un poquito de retraso, of course, y aun encima tuve que hacer escala en NY pero, para mi sorpresa, la escala era en tren! Yo no tenía ni idea porque ni me había fijado cuando compré el vuelo, así que imaginaros mi cara cuando me enteré... al principio un poco de enfadada pero luego la mar de contenta porque hacía años que no viajaba en tren y lo cierto que da gusto: súper cómodo, con cargador para el móvil, Wiffi para el Ipad y dos mega asientos para mí solita. Sólo fue una hora de trayecto y llegué a Philly a eso de las 15:30. Iba totalmente sin rumbo, no había buscado ni dónde estaba el hotel ni que transporte debería coger al llegar pero claro que sí, de eso se trataba el viaje; ir de aventurera total (esto también incluye Florida pero eso lo contaré más tarde). Lo único que sabía es que solo tenía un día para ver todo pero también sabía que no había mucho que visitar allí.

Me cogí el metro y como preguntando se llega a Roma (y con nuestro querídisimo Google a veces ni preguntar hace falta) llegué súper rápido al hostel que tenía reservado. Se llama Apple Hostel (32 S Bank St, Philadelphia, PA 19106) y me valió uno $48 tax incluidas. Recomendadísimo!! Muy nuevo, limpio, ambiente juvenil y muy bueno.

Después de dejar todo en mi habitación compartida de 16 chicas... me fui a coger el bus turístico porque me parece la forma más rápida de visitar una ciudad si tienes poco tiempo para ello, pues te deja en todos los puntos de interés y te lleva y te recoge cada media hora. Así que después de que el que vende los boletos me intentara timar queriéndomelo vender a $27, finalmente se lo compre por $20 y con la condición de que me sirviera también para el día siguiente pues ya era bastante tarde y sino no me compensaría (en el regateo no me gana nadie).

Visité varias cosas y a las dos horas empezó a llover y tuvimos que escapar todos para la zona cerrada del autobús. Después de eso me fui a coger algo para cenar al 7ELEVEN y me fui para el hostel. Allí, pasé un muy buen rato hablando con varios chicos y chicas. La parte que más me gusta de viajar! y me fui tempranito a la cama porque estaba casi sin dormir y al día siguiente quería levantarme temprano. Creo que es la primera vez que madrugo tanto en un viaje, me levanté a eso de las 7:30 porque quería visitar lo máximo posible esa mañana pues a las 16:30 salía mi avión.

Visité todo lo típico y, para mi sorpresa, una de las cosas más importantes como es el Museo de Arte donde se encuentran las famosos escaleras de la película de Rocky, estaba cerrado porque había habido un maxiconcierto la noche anterior y había operarios por todos lados. Yo no quería quedarme sin mi foto "modo Rocky" así que me colé por donde pude y saqué fotos desde abajo y luego preguntando me informaron de que también se podía ir arriba del todo por otro lado. Así que, conseguí mi ansiada foto!

Como he dicho, Philladelphia no tiene mucho que visitar de echo me alegré de ir solamente un día, pero me pareció una ciudad muy tranquila y bonita donde no me importaría vivir.
Respecto a lo de viajar sola me fue una buena experiencia; eso de ir a mi ritmo y visitar lo que me apetece y cuando me apetece sin depender de nadie me gustó todavía más pero, sinceramente, prefiero viajar acompañada. No me importaría volver a repetirlo si quisiera visitar un sitio y no tuviera con quien como en este caso, pero me parece que lo más importante de los viajes es la compañía y las vivencias con esas personas y no solo el sitio que vas a visitar. También es cierto que viajando sola conoces muchísima gente y te abres a otras cosas que no harías si lo haces acompañado.
Quién me iba a decir a mí hace unos años que haría un viaje por América sola con lo miedicas que era. Cuando viví en Irlanda y veía a la gente viajar sola no entendía cómo podían hacer eso y creía que en mi vida lo haría yo pero ya se ve... que la vida da muchas vueltas, más de las que creemos!
 
 
 



El lunes cogí un vuelo a Tampa-Florida y en ese momento empezaban mis verdaderas vacaciones y con la persona que más deseaba pasarlas: Anna.
Pasamos toda la semana en su casa, vive en la zona de Saint Petersburg que por cierto me encantó; un clima perfecto (para mi gusto un poco agobiante de calor), zona tranquila, playa cerca y súper bonito. Casas tipo con embarcadero y todo muy costero. Le llaman la "Ciudad del sol" porque hay 360 días de sol al año, eso sí, con tormentas a diario. Es una pasada lo de las tormentas en este país, en Raleigh también pasa pero lo de Florida es una locura. De repente estás en la playa muriéndote de calor y en un segundo cae una tromba de agua con tormenta como si se fuese a acabar el mundo. A los dos minutos vuelve a salir el sol y como si no hubiese pasado nada. Hablando de tormentas, estando allí viví lo único que creo me quedaba por ver en USA; un huracán. Estábamos las dos con los niños en la sala a eso de las 7 de la tarde y empezó una de esas tormentas diarias pero de repente empezó un vendaval enorme con remolino incluido que comenzó a tirar todo lo que se encontraba a su paso. Duró apenas unos segundos y después de eso hubo un chispazo y se fue la luz. Nos quedamos todos inmovilizados por lo que acabábamos de ver y en seguida nos llamó la abuela de los niños que vive pegada a la casa preguntándonos si estábamos bien. Nos dijo que lleva toda la vida viviendo allí y que era la primera vez que veía un huracán. Fue una auténtica pasada!

La semana en casa de Anna fue tranquila, ella tenía que trabajar así que durante esos días no hicimos nada especial más que su rutina de trabajo, algún día a la pisci, otro día a un partido de baseball y otro a la playa de St. Pete, preciosa por cierto.

St. Pete beach.

 

El jueves salimos por Tampa a un bar donde jugamos con unos americanos al típico juego de los vasos en el que se juega por parejas y tienes que meter una bola de ping-pong en el lado contrario para que los contrincantes se lo tengan que beber. Además era la promoción de Budlight (una cerveza muy típica aquí) y nos regalaron cantidad de cosas como camisetas, labiales, pelotas, cascos, etc. No nos paraban de traer cosas y nos fuimos a casa como recién venidas de un mercadillo. Además había photocall y nos sacaron unas fotos muy chulas. Lo pasamos realmente bien.
Photocall.

American game.

 

El viernes cuando Anna acabó de trabajar fue cuando empezó nuestro gran finde aventurero y nunca mejor dicho porque íbamos totalmente sin rumbo otra vez. Empezamos cogiendo un autobús de estos de Megabus que son súper baratos (si lo coges con tiempo hay hasta billetes desde $1 a muchas ciudades de USA) con destino MIAMI!!! Como nos encanta este sitio y lo cierto es que nunca nos defrauda. El recorrido fue de 5 horas y se hizo un poco pesado pero el bus era muy cómodo, con wiffi y cargador para el móvil (dos de las cosas más importantes aquí). Llegamos al aeropuerto donde teníamos reservado un coche y después de mil líos para poder alquilarlo por fin lo conseguimos. Con nuestra mala leche por haber perdido tanto tiempo allí con el rollo de los coches nos fuimos a Miami de fiesta donde se nos pasaron todos los males. Fuimos a nuestra queridísima discoteca donde fuimos varias veces la primera vez que visitamos Miami, a mi me encanta porque ponen música latina y por supuestísimo me lo pasé genial.


 
Omitiendo detalles... por la mañana nos dirigimos a Key West más conocido como "Los Cayos de Florida". Para llegar allí que son como 3 horas y media de viaje, tienes que atravesar todos los Cayos por un puente infinito y las vistas son realmente espectaculares. Dicen que es "El final de USA" porque es la parte más al Sur de América y está a tan solo 140km de Cuba.
A medio camino nos paramos en un... no sé como llamarle... especie de acantilado rocoso a darnos un baño para despejar pues apenas habíamos dormido nada y nos sentó de lujo. Después de eso seguimos nuestro camino.
 
Atravesando los Cayos.
 

Al llegar nos dirigimos directamente a una playa situada en Cayo Hueso, típica llena de palmeras que recordaba totalmente al Caribe, me encantó.


Después nos fuimos a ver el atardecer a Mallory Square, dicen que uno de los más bonitos del mundo, eso si el día está despejado que no fue el caso, así que a mí personalmente no me pareció para tanto.
 
Por la noche salimos por Key West. Es una calle toda llena de tiendas de souvenirs abiertas hasta las tantas con típicos bares americanos; unos con música country como no, otros modo discotecas (uno me hizo mucha gracia porque era una imitación al de la peli "Bar Coyote") y otros simplemente para estar de relax. Me gustó mucho el ambiente y la zona pero no era lo que realmente esperábamos, nos dijeron que era la fiesta padre y para ser sábado no había demasiada gente si quiera.

Bar Coyote.
 
 
Al día siguiente y omitiendo otra vez detalles de nuestro gran viaje aventurero jaja nos fuimos a Bahía Honda State Park. Un parque natural espectacular lleno de playas preciosas y paisajes increíbles. Estuvimos en dos de las playas y no me pudo haber gustado más. Aquí sí que parecía que estábamos en el Caribe con playas alucinantes de agua súper transparente, llenas de peces exóticos. Cuando nos fuimos a dar el primer baño había un pez manta gigante en la orilla como si nada.





Nos fuimos de Key West sintiéndonos genial de haber decidido ir porque sin duda que mereció mucho la pena y lo recomiendo cien por cien.

Nos volvimos a Miami y nos dimos un paseo por la mítica calle Ocean Drive donde nos sentamos en la hierba a pasar el rato y observar a todo el que pasaba.
 
Por la noche salimos y, por supuesto, acabamos en la discoteca de siempre, había que despedirla! Sin duda fue el broche de oro a nuestro gran viaje porque me lo pasé realmente bien, fue una noche... genial!!


Después de salir a eso de las 6 de la mañana nos fuimos directamente al aeropuerto donde teníamos que devolver el coche y donde yo tenía que coger el vuelo a Raleigh y Anna a Tampa y, aunque no tenía fuerzas apenas ni para respirar, cuando me despedí de Anna volví a sentir un vació inmenso por tener que separarnos otra vez. Sabía que la vería en unas semanas pero es lo peor del mundo tener que decirnos adiós (a pesar de que nuestras despedidas siempre son patéticas, no sé por qué, bueno o sí lo sé jaja).
 
Sin duda fueron unas vacaciones increíbles, llenas de aventuras (muchas, incluso demasiadas) momentos y vivencias únicos que repetiría cada semana de mi vida. Tal y como siempre que estoy con mi queridísima amiga! 

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