Visita sorpresa a España

Sin duda una de los mejores momentos de mi vida...

Hace como mes y medio, justo la semana que Rider vino a visitarme decidí que iría de visita a casa, y si tenía que elegir una fecha sería o en el cumple de mi sobrino en junio o la boda de mi prima en mayo y, aunque me hubiese gustado ir en verano, los precios de los billetes eran desorbitados así que me decanté por la boda porque tenía muchísimas ganas de ir con toda mi familia.

Llevaba tiempo pensando si ir a España o no... obviamente ganas no me faltaban pues ya eran muchos meses sin ver a mi gente, lo único que me echaba atrás, más que el precio del billetito, era que agotaría lo que me quedaba de vacaciones para disfrutar aquí pero bueno todavía no sé si me quedo más tiempo y si lo hiciera sería ya demasiado tiempo sin ir a casa.

Lo que más ilusión me hacía de ir a casa era aparecer de sorpresa... así que decidí que no se lo diría a nadie porque los secretos cuando son de más de uno mismo ya no son un secreto y por nada del mundo quería que mi familia se enterase de que iba a ir. Los únicos que lo sabían era Rider y mi prima por el tema de la boda.

No os podéis ni imaginar los nervios que pasé durante ese mes y medio en el que solo pensaban en cómo le daría la sorpresa a mis padres y la cara que pondrían. Tenía muchísimas ganas de sorprenderlos porque sé que es muy duro para ellos que yo esté aquí, tan lejos.


Así que por fin llegó el día y como siempre que tengo todo planeado hasta el último detalle se torció a más no poder... lo voy a resumir porque no quiero ni revivirlo!
El caso es que perdí el vuelo más importante de mi vida, el de Nueva York-Madrid y pasé el peor momento desde hacía mucho tiempo. Ya me veía de vuelta en Raleigh llorando todo el fin de semana en casa de Anna y sin poder ir a España pero finalmente gracias a que estamos en América y que la gente es muy considerada me lo arreglaron y me dieron nuevos billetes y gratis, no podía creerlo. Igualito que si hubiera sido en España vamos!

El caso es que con el cambio de billetes ya no llegaría a Vigo a las 8:40 am sino a Santiago a las 13:00 así que todos los planes cambiados de repente pero dentro de lo que cabe tuve muchísima suerte.
Me vinieron a buscar a Santiago los padres de Rider que se portaron genial conmigo, como siempre! Además pensé que vendría solo el padre pero también apareció su madre por sorpresa y me hizo muchísima ilusión. Después fuimos a buscar a Rider al trabajo, dejamos a sus padres en casa y a eso de las 3 de la tarde nos dirigimos a mi barrio :))

Primero paramos en casa de mi hermano y mi cuñada que fliparon y luego fuimos todos a casa de mis padres que casi les da un paro cardiaco. No se puede expresar con palabras la felicidad que sentí en ese momento. Ninguno se imaginaba para nada que pudiera estar allí y sus caras eran un poema. Rider gravó todo con el móvil y no puedo evitar llorar de emoción cada vez que lo veo.

Pasé el día con ellos y por la tarde fue el turno de María, lo malo fue que justamente Laura ese fin de semana estaba en Madrid así que no pude sorprenderla a ella también, me dio mucha pena!
Moría de ganas, cada vez que hablaba con ellas, de decirles que en nada estaría dándoles un fuerte achuchón pero aguanté las ganas y guardé el secreto. Si hay alguien a quien quería sorprender además de a mi familia eran María y Laura pues desde que estoy aquí son las amigas que más se han preocupado por mi vida aquí.
Hice una trama con Adrián, el novio de María y aparecí en su casa así como quien no quiere la cosa y después de que Adrián dijera "María mira que encontré abajo" y ella contestara una bordería vino, me vio y casi se cae muerta!

Después tocó, por fin, el turno de mis amigos que tuvimos que tener a Campi de compinche porque gracias a la operación bikini nadie quería ir a cenar fuera así que tuvimos que cambiar el plan de nuevo y quedamos todos a cenar en casa de Aida, se vinieron María y Adrián también. Fue genial, nadie se lo podía creer. Cuantísimas ganas tenía de volverlos a ver!

Así que... después de perder el vuelo mas importante de mi vida, de 24 horas de vuelos sin dormir porque me moría de los nervios, de coger 3 aviones, un coche, de volar con los Chunguitos (jaja no veo ni un famoso en todo USA y llego al vuelo Madrid-Santiago y me encuentro a un actor y a Los chunguitos en mi avión) y de pasar mil nervios... por fin llegué!
Pero nada de eso me importa, lo volvería a hacer una y otra vez todos los días de mi vida solo por volver a ver por un segundo las caras de mi gente otra vez, de verdad que eso no tiene precio. Me siento afortunada de haber tenido a tanta gente a la que sorprender y que tanta gente se haya sentido feliz en ese momento de volverme a ver.
Siempre me he sentido muy querida en mi entorno pero esta vez mucho más. Obviando mi familia y amigos todo el mundo me preguntaba por la experiencia, por mi vida aquí, etc. y por supuesto la pregunta del millón de todo el mundo siempre acababa siendo hasta cuándo me voy a quedar! jaja


La otra parte de la sorpresa era para Rider que se pensaba que se quedaría sin nada porque ya sabía que yo iba a ir pero lo que no se esperaba era que le teníamos preparado para el fin de semana una fiesta sorpresa por su 30 cumpleaños. Fue toda la familia y amigos y lo pasamos realmente bien!

 

En la boda también lo pasamos genial, veía las caras de mis padres y se les notaba realmente felices, supongo que en ese momento no podían pedir nada más. Días antes mi madre me decía que no le apetecía nada ir y yo sé que era porque le faltaba yo.

 

Los días en Vigo los pasé sin grandes novedades, no quería hacer nada más que estar con mi gente. Pasé mucho tiempo con mi familia, con Ri, con mi sobrino que al principio estaba tímido y su frase fue "No te conozo te fuiste a cota el pelo" jaja pero luego no se separaba de mí, muchas tardes con María, también con Laura, con Mele, mis amigos, cenas, el barrio, playa, fiesta... Además tuve muchísima suerte porque toda la semana hizo un sol y un calor increíble y al día siguiente de irme volvieron las lluvias a Vigo.

En el Zoo con mi sobri.

Pero a pesar de estar muy feliz de vuelta, estaba perfectamente concienciada de que solo sería por unos días y aunque Anna tuviera miedo de que me quisiera quedar en España por ir de visita, yo sabía perfectamente que no era el momento. Todavía no he acabado mi experiencia aquí y todavía no siento el querer quedarme en Vigo para siempre. Es difícil de explicar y sé que mucha gente no lo entiende pero para sentirlo hay que vivirlo.
Esta experiencia está siendo realmente la mejor de mi vida y quiero exprimirla y disfrutarla al máximo.
Además... me encontraba desubicada. Todo el mundo con su rutina y sus quehaceres y yo sin tener nada que hacer en todo el día y, realmente, no valgo para eso.
Esa semana en el Facebook encontré la típica publicación que se titula "17 cosas que cambian para siempre cuando vives en otro país" y el punto 2 resume perfectamente como me sentía:
"Pero, a la vuelta… todo sigue igual. Así que, cuando vuelves unos días al hogar, te sorprende que todo siga igual. Tu vida ha cambiado a un ritmo frenético, y llegas cargado de vivencias y con unos días de vacaciones por delante. Pero en casa todo transcurre a su ritmo habitual. Los demás siguen haciendo malabarismos con las obligaciones cotidianas, y comprendes… que la vida no se detiene para ti."

Lo único malo de mi visita fue lo muchísimo que eché de menos a Anna! No entiendo cómo se puede querer tanto a alguien en tan poco tiempo. Probablemente en Vigo ni hubiéramos sido amigas entre otras cosas porque es una malotilla jajaja pero el haberla conocido en USA ha sido y es la mejor parte de mi aventura. Ahora mismo es una de las personas que más me conoce, sabe absolutamente todo de mi y me siento súper cómoda hablando de cualquier cosa con ella. No tenemos temas tabúes, secretos o vergüenzas la una con la otra. Ya sé que esto es como un Gran Hermano en el que todo se magnifica pero como me dijo Mele esta semana... es de esas amistades que sabes que serán para siempre. Solo pensar en el día que nos separaremos muero de pena...





Después de esta gran visita he vuelto a Raleigh (tras otras 25 horas de vuelos) con las pilas cargadísimas y con más ilusión, si cabe, que el primer día que llegué. Estamos en el mejor momento de la aventura, como decimos nosotras "a tope" saliendo mucho, conociendo mucha gente americana, disfrutando del buen tiempo, mejorando el inglés y, sobre todo, siendo felices porque... WE ARE DREAMERS!