domingo, 13 de abril de 2014

6º mes y vacations Vol. I

Un mes ha pasado desde la última vez que actualicé pero desde que volví de las vacaciones la de presión postvacacional y la pereza no me han dejado actualizar antes.

Vamos allá y empecemos por el principio (sí se avecina una gran entrada, probablemente lo reparta en dos).
Por cierto, a partir de ahora intentaré poner los hoteles y sitios en los que he estado con precios y direcciones ya que muchos de vosotros me preguntáis sobre ello.

Bueno... el caso es que por fin se acercaba mi semana de vacaciones y más que el hecho de irme a California (a pesar de ser uno de mis sueños) me moría por la ilusión de ver por fin a Rider y de que él viera un pedacito de mi vida aquí y compartirla con él.

Llegó el viernes 14 de marzo a las 8 de la tarde y fui a esperarlo al aeropuerto con globos. Sé que a él le dan mucha vergüenza estas cosas y probablemente nunca lo hubiera hecho en España pero esto es América y una de las cosas buenas de este país es que nadie observa a nadie. Mi mayor trauma con los globos era que uno de ellos ponía Welcome back en vez de solo Welcome (no encontré otros) pero como me dijo Teah era como bienvenido de nuevo a mi corazón xD y total para el inglés que sabe Rider tampoco importaba mucho (eso también me lo dijo Teah jaja).

Desde el primer momento fue como si no hubiera pasado el tiempo y nos hubiéramos visto el día anterior y bueno el resto... me lo guardo para mí :P

Fuimos a cenar, al hotel que le había reservado por sorpresa (un Hampton de la línea Hilton) y ah! también tuvimos que ir a la farmacia a por líquido de lentillas y algunas cosillas porque me olvidaba del pequeño detalle de que le perdieron la maleta.
Muchas sorpresas en el hotel, regalos para él y también para mí; María y Laura me mandaron mi regalo de cumpleaños y souvenirs de Lau de Australia; sorpresas de mi familia y también de las niñas (gracias a todos, sois los mejores!!).

Al día siguiente nos fuimos de compras a un outlet con Anna y Daniela (la nueva au pair de casa de Anna) ya que Rider apenas se había traído ropa bien asesorado por mí. Así que mayormente arrasó con las tiendas! Creo que ahora me entiende cuando le decía que loqueaba al principio con las compras. Alucinó con la ropa y sus precios sobre todo firmas y ropa deportiva que en España es carísima como Calvin Klein, Tommy Hilfiger, Vans, Converse y un larguísimo etcétera. Creo que ya hablé muchas veces de ello en el blog pero de verdad que es una pasada.

Primero tuvimos que ir a un recado a Chapel Hill y hacía un día fabuloso así que fuimos en el coche de la host mom de Anna y por primera vez lo descapotamos. Que gustazo!


Después de una 5 horas de compras nos fuimos a casa, nos cambiamos y de fiesta! Estábamos cansadísimos pero no quería que Rider se fuera sin conocer la american party. Además era el cumple de Victoria así que nos juntamos con ellas. Fuimos a Top of the Hill el sitio más cool de Chapel Hill.


Y el domingo bien tempranito... 5:30 am nos vino Anna a buscar y nos llevó al aeropuerto (gracias Anna eres la mejor!!) y por fin... empezaban nuestras vacaciones!!! Lo cierto es que no organizamos mucho pero nos dejamos llevar y la cosa salió perfecta.

Llegamos a Los Ángeles a las 10:40 am porque a pesar de que son aproximadamente 6 horas de avión, el cambio horario nos benefició mucho y pudimos aprovechar muy bien el día (allí son 3 horas menos).
Fuimos a recoger el coche que habíamos alquilado (nos dieron un poco el palo porque nos cobraron más al llegar) y nos fuimos en busca del hotel. La primera noche la pasaríamos en un mítico motel de carretera aunque luego me di cuenta de que allí los hoteles son todos de ese estilo.
El hotel no estaba mal en calidad-precio. Se llama Hyde Park Motel está en 6340 Crenshaw Boulevard, South La y el precio fue 55$ la noche por los dos.
Una cosa curiosa en USA es que todos los hoteles ofrecen café gratis durante la estancia puesto que en las habitaciones siempre hay una cafetera. Los americanos y su obsesión con el café...

Aprovechando que era pronto y que hacía una temperatura buenísima (34º) nos fuimos a visitar cosillas porque, además, en una semana apenas nos iba a dar tiempo de ver todo lo que nos gustaría así que decidimos visitar Beverly Hills y Santa Mónica.

Beverly Hills se encuentra al pie de las montañas de Santa Mónica sabíamos que era famosa por las mansiones que acoge, muchas de ellas de ricos y famosos pero cuando lo vimos nos pareció impresionante. Las casas y cochazos eran una pasada y en el ambiente ya se palpaba el olor a dinero sobre todo cuando paseamos por la calle de las tiendas donde podías encontrarte todas las grandes y "baratitas" firmas famosas. También había, en medio de la carretera un equipo de grabación de una película o algo parecido, se ve que aquí es el pan de cada día porque a nadie más que a nosotros le llamaba la atención.
Nos tomamos un Ice Vanila latte en Starbucks, dimos un paseo y sacamos muchas fotos.
 
 



 
 
Después nos fuimos a Santa Mónica la playa de "Los vigilantes de la playa". Me gustó mucho! Es una playa muy familiar y sobre ella está el Pier típico de las películas. Había muchísima gente porque además hay como un mini parque de atracciones con noria incluida. Allí, además, está el último restaurante que cierra la Ruta 66 y el típico Bubba Gamp  de la cadena de establecimientos especializados en gambas nacida en 1996 como secuela de la película "Forrest Gump", en la que Forrest y su amigo Bubba imaginan un negocio de pesca de camarones. Allí había un banco dedicado a la película donde te podías sacar una foto con sus zapatillas y su maleta.
 
La playa de Santa Mónica me encantó! El paseo estaba lleno de gente en patines, corriendo, tomando el fresco en la hierba o, simplemente, pasando el rato con amigos. Además, disfrutamos de una preciosa puesta de sol desde allí mientras nos comíamos un grasiento hot dog. También nos sacamos fotos en la mítica caseta de los Vigilantes y una de las cosas que me llamó la atención aquí fue que muchísima gente se estaba bañando en la playa vestidos.
 




 
 
El lunes tomamos rumbo a LAS VEGAS! Con nuestro coche alquilado tiramos millas y se suponía que llegaríamos en menos de cuatro horas pero la cosa se alargó hasta seis porque por el camino paramos en dos mega outlets. Había todavía más gangas que en Carolina hasta yo, después de 6 meses aquí, alucinaba con los mega descuentos. Rider obviamente se volvió loco!
 
Llegamos y el hotel era enorme! (El Cortez Casino 600 E Fremont, Las Vegas, NV). Íbamos un poco asustados porque la reserva había sido demasiado barata (48$ por dos noches para dos personas) pero luego nos enteramos de que los hoteles allí son baratísimos. Será porque hay un millón de ellos.
Obviamente era hotel con casino como todos los de allí y, de echo, la recepción estaba en el mismísimo casino por si mientras te registras ya quieres echar unas partidas. Que país de ludópatas por Dios! Siempre pero siempre había gente en las máquinas o jugando a algo a cualquier hora de la noche o de la mañana. Además, una de las cosas con las que alucinamos fue que mientras estás jugando tienes barra libre de lo que quieras, por supuesto alcohol incluido. Imaginaros la cara de Rider cuando va a pagar la cerveza y dicen que es gratis, pues ponme 10! Y aun encima se podía fumar dentro y el caso es que no había ni un poquito de humo.
Además, al registrarte en el hotel, te dan una tarjeta con 5$ para jugar gratis, un regalo de bienvenida (una baraja de pócker) y un talón de descuentos para comida.
 
Después de alojarnos, nos fuimos a ver la famosísima calle de las luces Las Vegas Strip, situado en Las Vegas Boulevard. Me gustó mucho solo que hacía muchísimo viento, según nos dijeron es muy habitual.
La calle se enlaza por escaleras mecánicas que te llevan directamente a centros comerciales que tienes que atravesar obligatoriamente para continuar tu camino. Que listos!
Además coincidió con San Patrick´s Day y había muchísima gente vestida de verde y ciegos como cubas. Es la ciudad en la que todo está permitido así que también se puede beber por la calle, igualito que en el resto del país que con solo llevar una cerveza en la bolsa de la compra en el asiento de delante te multan.
 


 
El martes volvimos a visitar el Strip pero esta vez de día. Si los hoteles eran impresionantes de noche por el lucerío de día eran todavía más impresionantes. Cada uno con una temática diferente, unas fachadas increíbles y cuidados hasta el último detalle. Los había incluso con montaña rusa en su interior.

 
Por supuesto, para obligatoria el cartelito típico cartel de Las Vegas que queda súper lejos, creo que fue la vez que más anduve desde que estoy en USA.
 
Al terminar la tarde y, a lo loco, decidí llevarme el mejor souvenir que cualquiera se puede llevar de esta ciudad de locura: un tatuaje. Siempre quise hacerme algo así en Vigo y cuando llegué aquí decidí que quería un recuerdo de mi aventura americana también así que junté las dos ideas y me lo hice en inglés. El chico tatuaba súper bien y me lo dejó perfecto.
 
 
Por la noche visitamos la Fredmont Street experience. Ésta, fue la primera zona de hoteles y casinos que poco a poco se fue quedando olvidada cuando llegó la zona nueva. Así que para recuperar el turismo hacen conciertos y juegos de luces en la mega pantalla LED que cubre toda la calle. Es una calle peatonal, me recordó a la Calle de El Príncipe de mi ciudad pero a lo loco.
Cuando empezó el espectáculo de luces y sonido todos los casinos y locales apagan sus luces y todas las miradas se dirigen hacia la pantalla LED del techo. Impresionante!
 
Después nos regresamos al hotel y nos jugamos unas partidas a las maquinitas del casino!
 
El miércoles tempranito nos volvimos a Los Ángeles. El viaje se me hizo cortísimo porque esta vez no paramos. El camino está lleno de rectas y es todo muy desértico, ruta 66 total.
 
Nos fuimos a otro hotel diferente del de la primera noche. Éste estaba en Hollywood y tampoco estaba mal. Se llama Travelodge Hollywoog (1401 N Vermont Ave90027 Los Ángeles) y costó como 253$ por 3 noches (en esta zona los hoteles son más carillos).
 
Después nos fuimos al Paseo de la Fama de Hollywood que la verdad es una cutrada. Yo melo imaginaba muy diferente pero son dos aceras normales y corrientes (ni siquiera es zona peatonal) donde se encuentran unas estrellas por el suelo, nada más. Además hay muchas tiendas de ropa y de souvenirs y diferentes museos. En otra zona está la parte donde también, algunos famosos, dejaron sus huellas y sus firmas postradas en el cemento del suelo.


 
Después de esto tocaba el partido de los Lakers del cual le había regalado entradas a Rider por el aniversario. Nos los pasamos genial, sobre todo Rider que disfrutó como un enano. La verdad es que uno no debería morirse sin haber ido antes a un partido de la NBA aunque no te guste mucho el baloncesto como es mi caso. Es una experiencia increíble y sobre todo, una súper americanada. Lo mejor del partido es en los descansos cuando enfocan con la cámara, te mueres de risa con las cosas que hace la gente y el show que montan.
Lo malo fue que perdieron los Lakers que jugaban contra el San Antonio, el equipo donde juega el ex marido de Eva Longoria, que por cierto es una máquina y encestaba todo.


 
 
Continuará...
 
 
 

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