martes, 18 de noviembre de 2014

Halloween

Mi segundo Halloween en América y de nuevo lo disfruté como una enana!

Aunque parezca mentira, esa noche me costó dormir porque estaba nerviosa cual niña de 6 años en la noche de Reyes aunque no fui la única. Por la mañana las niñas estaban despiertas a las 5 am de lo emocionadas que estaban, claro que a su edad es más normal que a la mía pero no puedo evitar que todas estas cosas me encanten y me hagan muchísima ilusión.

Me levanté a las 7 am y ayudé a las niñas a disfrazarse para ir al cole; una iba de novia muerta con un vestido que había llevado a una boda (ya se encargó de decirme que valía $500) y por supuesto todo lleno de sangre y la otra no me quedó muy claro de qué iba pero una mezcla entre bruja diabólica y muñeca asesina.
Después tuve toda la mañana libre y me eché una siesta porque estaba cansadísima y, como siempre, a las 2:35 fui a buscar a las niñas al cole.
Nos vinimos a casa, descansaron y empezamos a preparar la FIESTA DE HALLOWEEN!! Mi familia decidió hacer una fiesta con todas las amigas de las niñas y los padres, que con la gracia se juntaron casi 30 personas en la casa con lo pequeña que es. Antes de que llegara Julianna me puse a reparar algunos pinchos y cuando llegó me dio mil veces las gracias por haberlo hecho, la verdad no es porque yo lo diga pero quedaron genial!

Estresada de la vida como es ella llegó y siguió preparando cosas y a eso de las 6 de la tarde empezó a llegar la gente. Apenas estuve en la casa porque en cuanto nos tomamos una porción de pizza que acababan de pedir para los niños, me fui con Coco y sus amigas por el barrio a hacer trick or treat. Por cierto, yo me disfracé de pirata, el disfraz más barato de toda la tienda ($20) porque me negaba a gastarme un pastón para una sola noche además de que todos los disfraces de chica eran modo putilla.

Bueno pues eso... me fui con mi niña la pequeña porque la mayor como ya es suficientemente mayor según ella puede ir sola y se fue con sus amigas. Me lo pasé taaaaan bien!! Sigo alucinando con esta súper americanada como es el Halloween y sigo alucinando cómo los americanos viven todo tan a tope, sobre todo las fiestas. Había casas decoradas que ni en una película de terror, gente que se montaba su chiringuito en el jardín y daban hasta botellas de agua o refresco con las chuches, gente que tenía en casa cajas enteras de chocolatinas tamaño real tipo twix o kit kat y no las típicas pequeñitas y gente que poco menos montó una discoteca en el jardín con luces de colores y música a todo trapo. Cuánto puede gastarse la gente en la gracia de la noche de Halloween?? Eso a ellos les da igual.






Nos recorrimos el barrio entero varias veces y repetimos en las casas que sabíamos que daban buenas chuches, yo al principio no pedía pues se supone que es solo para los niños pero luego me agencié mi bolsita y venga! Las niñas disfrutaron como lo que son y estaban súper emocionadas. De vez en cuando íbamos a casa, vaciaban las bolsas y hacían recuento a ver quién tenía más y si había que comerse una lo hacían todas a la vez para estar en igualdad de condiciones en cuanto al recuento.


Increíble ver tantísimas personas disfrazadas, niños y mayores (creo que no vi ni una sola persona sin disfrazar) y tantísimo ambiente. De repente ese barrio tan tranquilo y solitario como es el nuestro se convirtió de la noche a la mañana en la fiesta padre. Mareas de niños llamando de puerta en puerta; corriendo como locos de un lado para el otro, chillando, riendo, bailando... una experiencia inolvidable otra vez. Muy diferente a la del año pasado pues con niños tan pequeños se vive todo de otra manera y de las dos me llevo un recuerdo buenísimo pero este año la verdad es que lo disfruté mucho más.
Trick or treat con Coco & friends.

Cuando ya se cansaron de pedir candys volvimos a casa y jugaron al juego de las manzanas, el típico de llenar el bidón de agua y coger las manzanas con la boca. Más de un adulto acabó también empapado, nos reímos un montón.
 
Foto con mi host family.
 

A eso de las 9 me fui a mi verdadera fiesta de Halloween que no resultó ser lo que esperábamos pero que yo me lo pasé pipa igualmente, como siempre.

Resulta que si Los Ángeles está atravesando la peor sequía de los últimos 100 años y llueve una vez cada mil años tuvo justamente que llover la noche de Halloween. Yo no daba crédito... ya cuando salí con las niñas al trick or treat chispeaba, un lo que llamamos en Galicia "molla parvos". Las niñas eufóricas rollo bailando bajo la lluvia y chillando porque para ellas que llueva es novedad pero yo que vengo de una ciudad donde el invierno pasado llovió durante tres meses seguidos pues ni puta gracias me hacía.

El caso es que Pau, el chico que conocimos en el partido del Madrid-Barça que contñe en la entrada anterior, nos invitó a una fiesta de Halloween en lo de las pistas de pádel donde vive. El sitio está genial porque tiene su chiringuito con música, parking, barbacoa, etc. peeeeeero es al aire libre y noche lluviosa más aire libre igual a caca de la vaca.
Nos había dicho que mínimo estaban inscritas 50 personas pero llegamos (yo la primera aunque parezca mentira) y no había ni el tato, a lo sumo 15 personas. Lógico porque la que estaba cayendo no era normal, no paró de llover hasta las 12 de la noche y empezó de nuevo a eso de las 2 de la mañana. Menos mal que en la parte de atrás había como un porsche donde nos resguardamos y nos montamos nuestra propia fiesta. Al final seríamos unos 30 de los cuales 15 eran de nuestro grupo de españoles. El caso es que me lo pasé genial y es que, la verdad, con este grupo siempre me lo paso en grande. Hay mil momentos de partirse, cantos, bailes, chistes... increíble lo bien que conecté con este grupo desde el principio y lo bien que me caen. A eso de las 5 o 6 de la mañana recogimos el chiringuito porque algunos ya estaban muy perjudicados y para casa.


El sábado fuimos a otra fiesta de Halloween pero esta vez ya fue más de relax. Amor, una de las españolas del grupo nos invitó a una fiesta-barbacoa en casa de unos españoles y como no teníamos plan mejor fuimos. Leti, Andrés y yo como no sabíamos de que disfrazarnos fuimos de raperos!



Este ha sido un pequeño resumen de mi segundo Halloween en USA, otra experiencia más que se suma a mi aventura americana.

En la próxima entrada visita del que ahora ya puedo llamar mi "prometido" jaja que se volvió ayer para España después de 12 increíbles días juntos.

 

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