Este año fue diferente que el año pasado pero tampoco nada del otro mundo. No sé que pasa pero las familias a las que llego parecen cambiar de planes y hacer celebraciones light justo el año en el que me tienen a mí en sus casas, con lo que me gustan a mí las tertulias familiares y todo estos rollos a lo grande pero bueno... Resulta que normalmente, por Thanksgiving, mi HM hace una gran cena con mucha gente; familiares y amigos pero desde que llegué aquí no sé cuántas veces le he escuchado decir que este año no le apetece hacer nada porque está muy cansada y estresada. Así que hicimos cena sólo con la familia cercana: las niñas, mis hosts, la abuela y la tía.
El día estuvo fabuloso, un auténtico día de verano que nos permitió incluso cenar al aire libre. Lo bueno de esta familia es que cuando mis hosts no trabajan yo tampoco tengo que trabajar, la verdad es que con esta familia no trabajo nada, poquísimas horas. El caso es que la tarde fue muy entretenida porque mientras el gran pavo se cocinaba en la barbacoa de fuera nosotros pasamos un rato entretenido con snack incluído y juegos como el "teléfono estropeado" que si el mensaje siempre llega distorsionado al final imaginaros en inglés y después de que pasase por mí. Además, las niñas son muy graciosas, me recuerdan mucho a mí cuando era pequeña siempre haciendo el payasete y la gracia delante de la gente y nos hacían bailes e interpretaciones divertidas.
La cena estuvo buenísima, Julianna tiene unas manos exquisitas para la cocina, mezcla tres condimentos y ya hace una salsa súper rica. A mí el pavo no me gusta mucho porque es un poco fuerte pero ella le hizo una salsa increíble que incluso repetí. Siempre que cocina algo rico me acuerdo de Rider porque con lo que le encanta comer se lo devoraría todo.
Después de la cena, y para tomar el postre, nos sentamos todos al rededor del fuego y fundimos Marshmallows, cómo me encantan!
La parte que más me gustó de toda la cena fue que antes de cenar tuvimos que darnos las manos y uno a uno decir por qué dábamos gracias, me pareció muy emotivo y yo que soy de lagrimilla hiperfácil incluso me emocioné un poco.
Después de la cena, y para tomar el postre, nos sentamos todos al rededor del fuego y fundimos Marshmallows, cómo me encantan!
La parte que más me gustó de toda la cena fue que antes de cenar tuvimos que darnos las manos y uno a uno decir por qué dábamos gracias, me pareció muy emotivo y yo que soy de lagrimilla hiperfácil incluso me emocioné un poco.
El patio. |
Mi plato; comida típica de Thanksgiving. |
Típica "pie" y cake. |
Marshmallows time. |
Pero como tampoco es tan bonito todo... yo no me encontraba realmente cómoda porque unos días antes habíamos tenido una pequeña discusión mis hosts y yo y la verdad es que estoy un poco decepcionada con ellos. Nada grave, me tratan bien, como dije trabajo muy poco y no tengo nada exagerado de lo que quejarme pero el primer mes sí que me encontré muy cómoda y ahora ya no es así.
Nuestra discusión fue porque a veces se confunden un poco y quieren cosas que las au pairs no tenemos por qué hacer y como siempre en esta vida a la gente le das la mano y te coge el brazo así que decidí cortarlo un poco y no les pareció muy bien.
A mi parecer, y para que os hagáis una idea sobre todo las chicas y chicos que estáis en proceso de veniros, hay dos tipos de vida au pair. Hay una en la que puedes estar muy involucrado y ser "parte de la familia" en lo cual yo no creo para nada, yo creo en que para ellos aunque hagan el paripé finalmente siempre pensarán que tu eres una trabajadora cosa que veo normal porque en cuanto pases tu año (o como mucho dos) te volverás a tu país y ellos cogerán a otra para el sitio y así año tras año. Igual si eres la primera están más ilusionados y emocionados con la idea pero como digo siempre tendrán presentes que estás aquí para lo que estás y se aprovecharán de ello siempre que puedan. En este estilo de vida au pair en el que eres "parte de la familia" obtendrás muchos beneficios; desde materiales porque se suelen portar más, recordemos que estas familias no son precisamente pobres, hasta emocionales puesto que tendrás una relación más cercana y en muchos caso podrás hablar absolutamente de todo con ellos. La parte mala? Tendrás que estar mucho más atado a ellos, tendrás menos independencia y muchas veces incluso tendrás que hacer cosas que no quieres o que en ese momento no te apetece (desde ir a la iglesia los domingos con ellos hasta pasar mucho de tu tiempo libre haciendo planes con la familia o que tus niños entren en tu babtación como perico por su casa, es decir, intimidad cero). A lo que se suma lo que expliqué antes de que normalmente se acaban aprovechando con la excusa de hoy por ti y mañana por mí porque eres parte de la familia y se supone que debes hacerlo. Así me sentí yo los dos primeros meses pero luego llegó ese momento "te cojo el brazo" y decidí cortar. Al fin y al cabo yo vengo aquí buscando una experiencia no una familia, para eso ya tengo la mía en España que gracias a Dios o a quien sea es genial.
Luego está el otro estilo de vida au pair que fue el que yo viví el año pasado (porque como todos sabéis vivía más en casa de Anna que en la mía) y que creo que viviré lo que queda de este año también de esta manera. Pues éste es un estilo independiente, llevándote bien con la familia, cordial pero sin tener esa conexión tan cercana por lo que no tienes que hacer tod lo que antes mencioné. La parte buena es pues eso que vas a tu rollo, sin dar explicaciones de lo que haces ni dejas de hacer. La parte mala supongo que será todo lo contrario a lo que antes dije pierdes beneficios; los materiales (los cuales a mí me importan poco porque afortunadamente no me falta de nada) y sentimentalemente pues sí que puede que en ocasiones te sientas más solo o que no te avisen de un plan genial que a lo mejor en esa ocasión sí te apetecía hacer pero que como nunca acostumbras a ir con ellos pues en este caso tampoco te han avisado.
Cada uno es libre de vivir su experiencia como más le apetezca y le convenga, conozco casos de todo tipo aquí pero todas coincidimos en lo mismo que es lo que acabo de explicar. Depende mucho también de la persona, su edad, la madurez que tenga, su manera de ser, nivel de independencia, etc.
Yo, sinceramente, me quedo con ésta última forma de vida por lo que he explicado antes... no vengo aquí a hacerme rica, ni a labrarme un futuro ni a buscar una familia nueva. Yo vengo aquí a vivir la experiencia y a aprender inglés y para ello no necesito estar todo el día pegada a una familia que no es la mía y que, aun encima, mientras tanto va "cogiéndome el brazo". Por supuesto no hablo de no pintar nada en la familia, yo soy una persona muy familiar y sociable, me gusta pasar rato con ellos, cenar, conversar, etc. pero con unos límites.
El año pasado fue perfecto además de por todo lo que ya sabemos porque mi relación con la familia era así. Nos llevábamos bien, cenábamos de vez en cuando juntos, hablábamos de lo que hiciese falta pero siempre cada uno en su lugar y sobre todo con muchísimo respeto. En verdad, eso es lo que más me ha gustado de Teah y Charlie, a pesar de sus muchas rarezas, siempre han respetado todo raja a tabla desde las normas de la agencia hasta mi propia intimidad. Claro que también tuvimos intercambio de opiniones, es una convivencia y es raro que no pasase eso, pero no les parecía mal que yo hiciese un poco mi vida y entendían perfectamente que nosotros venimos aquí a pasárnoslo bien y no solo a trabajar y pensar todo el día en sus hijos (o, al menos, eso aparentaban).
Y con la familia ahora... pues bien, sin más. Yo me siento bastante decepcionada y poco a poco me voy aislando de ellos y ellos de mí porque la situación ya no es tan cómoda como los primeros dos meses. A eso se une que las niñas, sobre todo la pequeña, monta pollos cada dos por tres y, aunque me suelen defender delante de ellas pues se supone que yo tengo la razón, a veces la madre se deja llevar y no me parece bien cosas que dice o hace. Diego siempre tira por mí porque también está un poco hasta la coronilla de las niñas (no son sus hijas son hijas de ella no sé si lo había mencionado) y ve la realidad que la madre a veces no ve, aunque ya digo que siempre es mi palabra antes que la de las niñas, al menos delante de ellas.
En fin... esperemos que la cosa cambie o no sé que haré.
La parte buena de esta familia es que no trabajo nada... por la semana poquísimas horas y los fines de semana normalmente libres. Además, como dije antes, cuando no trabajan ellos cuidan de las niñas cosa que las host families no suelen hacer y las niñas siempre tienen actividades, playdates o cosas que hacer. A veces hasta me aburro de lo poco que tengo que trabajar pero obvio que mejor eso que hacer mil horas. En ese sentido sí he tenido mucha suerte...
Bueno... después de este rollazo pues eso... un Thanksgiving más y supongo que el último que viviré aquí y también mi último Black Friday (No!!!!!!). Porque, por supuesto, después de cenar quedé con Leti y Carmen para ir de compras aunque primero nos echamos un Tabú con los niños en el apartamento de Leti y Andrés. Nos fuimos a Santa Mónica alas 11 pm (cómo me encanta eso de ir de compras de noche) y la verdad que no elegimos muy buena zona porque había muchas tiendas cerradas (recordemos que el día oficial es al día siguiente pero casi todas abren la misma noche después de la cena). Así que, al día siguiente, volvimos y ya compramos mucho más, además de estar ese día hasta las 5 am comprando online. Cuantísimas gangas encontré este año en ropa! Casi todas las tiendas al 50% y, en el caso de online, envíos gratis por lo que es muchísimo más cómodo comprar así. Algunos de los ejemplos de gangas que encontré, para que os hagáis una idea, fue un vestido en Urban Outfitters (una tienda carísima aquí) que costaba $100 y lo compré por $10, un perfume de Victoria Secret por $25 cuando suele valer $55 o una chaqueta de Adidas que llevaba tiempo detrás de ella que costaba $99 y compré por $30. La verdad es que, si te gusta comprar como a mí, es para volverse loco!! Lo cierto es que me he vuelto loca con las compras desde el primer día que llegué... se me acumula la ropa y calzado sin estrenar y tiemblo solo de pensar en el día que tenga que volver dónde voy a meter todo esto.
Cada uno es libre de vivir su experiencia como más le apetezca y le convenga, conozco casos de todo tipo aquí pero todas coincidimos en lo mismo que es lo que acabo de explicar. Depende mucho también de la persona, su edad, la madurez que tenga, su manera de ser, nivel de independencia, etc.
Yo, sinceramente, me quedo con ésta última forma de vida por lo que he explicado antes... no vengo aquí a hacerme rica, ni a labrarme un futuro ni a buscar una familia nueva. Yo vengo aquí a vivir la experiencia y a aprender inglés y para ello no necesito estar todo el día pegada a una familia que no es la mía y que, aun encima, mientras tanto va "cogiéndome el brazo". Por supuesto no hablo de no pintar nada en la familia, yo soy una persona muy familiar y sociable, me gusta pasar rato con ellos, cenar, conversar, etc. pero con unos límites.
El año pasado fue perfecto además de por todo lo que ya sabemos porque mi relación con la familia era así. Nos llevábamos bien, cenábamos de vez en cuando juntos, hablábamos de lo que hiciese falta pero siempre cada uno en su lugar y sobre todo con muchísimo respeto. En verdad, eso es lo que más me ha gustado de Teah y Charlie, a pesar de sus muchas rarezas, siempre han respetado todo raja a tabla desde las normas de la agencia hasta mi propia intimidad. Claro que también tuvimos intercambio de opiniones, es una convivencia y es raro que no pasase eso, pero no les parecía mal que yo hiciese un poco mi vida y entendían perfectamente que nosotros venimos aquí a pasárnoslo bien y no solo a trabajar y pensar todo el día en sus hijos (o, al menos, eso aparentaban).
Y con la familia ahora... pues bien, sin más. Yo me siento bastante decepcionada y poco a poco me voy aislando de ellos y ellos de mí porque la situación ya no es tan cómoda como los primeros dos meses. A eso se une que las niñas, sobre todo la pequeña, monta pollos cada dos por tres y, aunque me suelen defender delante de ellas pues se supone que yo tengo la razón, a veces la madre se deja llevar y no me parece bien cosas que dice o hace. Diego siempre tira por mí porque también está un poco hasta la coronilla de las niñas (no son sus hijas son hijas de ella no sé si lo había mencionado) y ve la realidad que la madre a veces no ve, aunque ya digo que siempre es mi palabra antes que la de las niñas, al menos delante de ellas.
En fin... esperemos que la cosa cambie o no sé que haré.
La parte buena de esta familia es que no trabajo nada... por la semana poquísimas horas y los fines de semana normalmente libres. Además, como dije antes, cuando no trabajan ellos cuidan de las niñas cosa que las host families no suelen hacer y las niñas siempre tienen actividades, playdates o cosas que hacer. A veces hasta me aburro de lo poco que tengo que trabajar pero obvio que mejor eso que hacer mil horas. En ese sentido sí he tenido mucha suerte...
Bueno... después de este rollazo pues eso... un Thanksgiving más y supongo que el último que viviré aquí y también mi último Black Friday (No!!!!!!). Porque, por supuesto, después de cenar quedé con Leti y Carmen para ir de compras aunque primero nos echamos un Tabú con los niños en el apartamento de Leti y Andrés. Nos fuimos a Santa Mónica alas 11 pm (cómo me encanta eso de ir de compras de noche) y la verdad que no elegimos muy buena zona porque había muchas tiendas cerradas (recordemos que el día oficial es al día siguiente pero casi todas abren la misma noche después de la cena). Así que, al día siguiente, volvimos y ya compramos mucho más, además de estar ese día hasta las 5 am comprando online. Cuantísimas gangas encontré este año en ropa! Casi todas las tiendas al 50% y, en el caso de online, envíos gratis por lo que es muchísimo más cómodo comprar así. Algunos de los ejemplos de gangas que encontré, para que os hagáis una idea, fue un vestido en Urban Outfitters (una tienda carísima aquí) que costaba $100 y lo compré por $10, un perfume de Victoria Secret por $25 cuando suele valer $55 o una chaqueta de Adidas que llevaba tiempo detrás de ella que costaba $99 y compré por $30. La verdad es que, si te gusta comprar como a mí, es para volverse loco!! Lo cierto es que me he vuelto loca con las compras desde el primer día que llegué... se me acumula la ropa y calzado sin estrenar y tiemblo solo de pensar en el día que tenga que volver dónde voy a meter todo esto.
El fin de semana como hizo tan bueno me fui a la playa, sí a la playa en pleno mes de noviembre!(adoro este clima!!) y por la noche salimos por Hollywood. Primero fuimos a casa de Raúl todos porque estaba de cumple y luego fuimos a Te-kila nuestro gran descubrimiento de garito con música latina y reggaetón, lo amo!